El sistema japonés de gestión se basa en tres principios sencillos:
El placer de complacer es tan grande, o más, que el placer de ser complacido. De ahí proviene la concepción de Market-In. De ahí deriva también la genial idea de sustituir las fuerzas “push” por energías “pull”, que conducen a tecnologías mundialmente exitosas como las de Streamlining, Kanban, Sistema Two-Bin o Just-in-time
El plano del intelecto debe estar siempre conectado con el plano de la experiencia, constatando la veracidad de nuestro pensamiento con los datos objetivos de la realidad. De aquí deriva el Modelo WV de Shoji Shiba, despliegue lineal del Ciclo de Shewhart-Deming
Facilitar la tarea de los trabajadores es la base para la rentabilidad y competitividad de la empresa porque es el mejor camino para aumentar simultáneamente el Output, la Productividad y la Calidad
Evolución
Históricamente, el Management Japonés debió pasar por las siguientes etapas, a saber:
Aptitud para cumplir con estándares
Aptitud para adaptarse al uso de los consumidores
Aptitud para la optimización de costos
Aptitud para anticiparse a las necesidades latentes del mercado
Sin embargo, la empresa que hoy desea aplicar Management Japonés debe trabajar sobre esos cuatro aspectos de manera simultánea.